“HORIZONTE VERTICAL”
EL CONCEPTO SOBRE LA FAMILIA
El estudio “La familia en Alemania, su desarrollo en el Este y el Oeste del país”, en sus palabras liminares abre una interrogante: “¿es la familia realmente algo privado o constituye más bien la base de toda vida política es decir, pública?. El Estado reclama su derecho a intervenir en las decisiones y en la composición familiar. Con sus leyes, por ejemplo, decide y regula toda la vida, desde la concepción hasta la muerte”.
Elaborado por Christine Guist, fue presentado por el Instituto Goethe Inter. Naciones, de Bonn. Su contenido es ilustrativo y propicia la comparación, cuando la ausencia de familia es abono para la desintegración de la sociedad por la vía de la violencia en muchos países, entre los que cabe incluir a Honduras, es una de las causas que preferimos ignorar, ansiosos por tomar la ruta de la represión y la imposición de sanciones que apenas consideran los efectos.
Si bien en su mayoría los alemanes comprenden en la familia a los padres y sus hijos, en el coloquio cotidiano son incorporados parientes más lejanos, como los abuelos, tíos y primos. En el siglo XIX la pareja criaba e instruía a los niños el hombre aportaba los ingresos y la mujer atendía las faenas domésticas, muy pocos ganaban suficiente para esa carga, por lo cual sus mujeres también trabajaban, sin perjuicio de la distribución de las funciones individuales.
A principios y mediados del siglo XX, la situación cambió por la lucha feminista en pos de sus derechos y el final de la Segunda Guerra Mundial, en el Este era necesaria la mano de obra femenina, y en el Oeste los gobiernos se adaptaron a la presión pública para la promoción de las mujeres, la familia patriarcal devino en igualitaria. El Estado oriental sometió toso a su ideología, dando prioridad a la productividad sobre la familia, el cambio vino con la reunificación de 1989.
Los padre o madres aumentan, aunque en forma transitoria, la mayoría suelen acabar casados o emparentados, apenas uno por ciento de los niños alemanes pasan tiempo de su infancia con un solo progenitor. Desde 1972 en el occidente de Alemania se duplicaron los hogares unipersonales y se multiplicaron por ocho parejas que contrajeron matrimonio, en el Este, 49% de los miembros de parejas son solteros.
A la caída del muro de Berlín hubo un cambio radical en la República Democrática de Alemania, a sus mujeres ocurrió lo que antes a las alemanas occidentales: captaron que la libertad para elegir entre varias formas de vida al fin de cuentas era escoger o familia o éxito profesional, muchas perdieron su trabajo y tuvieron menos oportunidades de reubicación que los hombres, eso aparte de la supresión de prestaciones sociales para los hijos, cuyo cuidado volvía a ser responsabilidad de las madres.
La preparación de las mujeres de Alemania es cada vez mejor; no obstante, el trabajo doméstico sigue siendo el tradicional, la relación matrimonial nunca se mantuvo tanto tiempo como ahora, la mayoría no se divorcian y observan el mandato bíblico de continuar unidos hasta que la muerte los separe, el matrimonio y la vida en pareja se basan en lo afectivo, en el amor mutuo y no en intereses económicos, como fuera el caso frecuente hace apenas tres décadas.
Las tareas de la casa siguen en el ámbito de la mujer, de los hombre, 15% participan en ellas, una empresaria afirma que el hombre tiene la familia a sus espaldas; la mujer, en la nuca, el estudio concluye que sólo si cambia esa situación podrá ser realidad la igualdad de los hombres y las mujeres en el siglo XXI, más importante es su opinión de que para el reconocimiento y el apoyo de la familia, es necesaria la colaboración de todas las Instituciones Políticas, así como una transformación social.
La supervivencia de la familia es trascendental, pues de su existir depende en gran medida el triunfo contra la delincuencia.
Fuente: Diario El Heraldo.
Miércoles 29 de Septiembre de 2004.
Recopilado por La Unidad de Capacitación del RNP.
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