miércoles, 23 de abril de 2008

DIAGNOSTICO DEL REGISTRO CIVIL HONDUREÑO

EL REGISTRO CIVIL EN HONDURAS

Antecedentes

Durante la colonia la inscripción de los nacimientos, matrimonios y defunciones estuvo a cargo de la Iglesia Católica a través de los Registros Parroquiales, que tenían una finalidad religiosa antes que jurídica, pero por sus características constituye la base de lo que hoy es el Registro Civil.

A partir de 1880 en el gobierno reformista de Marco Aurelio Soto se estableció el Registro Civil, cuya actividad era administrada por las corporaciones municipales hasta 1983. Ciento tres años después a través de Decreto Legislativo se crea el Registro Nacional de las Personas desvinculándolo de las corporaciones municipales, órgano administrativo encargado de la inscripción de los hechos y actos del estado civil y de la identificación ciudadana y de recopilar la información relativa de las estadísticas vitales, institución dependiente del Tribunal Nacional de Elecciones (TNE) con jurisdicción en todo el territorio nacional y una oficina central en la capital de la república.

A partir del 15 de mayo del 2004 entra en vigencia una nueva Ley del Registro Nacional de las Personas donde se destacan reformas institucionales importantes como:

1. Se constituye en un organismo autónomo, técnico y con patrimonio propio.
2. Su estructura jerárquica se modifica al conformarse un directorio integrado por un
Director General, Sub Director Técnico y un Sub Director Administrativo.
3. Se establece claramente la gratuidad de los servicios del Registro Civil en lo relativo
a las inscripciones.

El Registro Civil. Problemática y Desafíos

El Registro Civil esta orientada fundamentalmente a la inscripción de los hechos y actos del estado civil de las personas naturales. Con la inscripción del nacimiento se acredita la existencia legal de la persona, el derecho a un nombre y a una nacionalidad y en la medida de lo posible a determinar la maternidad y paternidad del inscrito, incluyendo los que han sido dados en adopción, acceso a los servicios de salud, programas sociales materno infantil, educación y la identificación de los menores de edad entre 12 y 17 años.

La inscripción del nacimiento garantiza, además, que al cumplir la edad ciudadana (18 años) el inscrito tendrá acceso a su documento de identificación ciudadana (tarjeta de identidad).

La inscripción de la defunción acredita el fin de la existencia legal de la persona, determinándose oficialmente las causas del fallecimiento, edad del fallecido, esta información sirve entre otras cosas para excluir a los fallecidos del censo nacional electoral, actualizar el estado civil en la medida en que se acredita legalmente la disolución del vinculo matrimonial por este hecho.

Con la inscripción de matrimonios y uniones de hecho el Estado puede determinar cuantas parejas han formalizado su relación y las necesidades derivadas de estos actos.



Seguridad jurídica y Registro Civil

Aún cuando la actividad primordial es el proceso registral, ésta ha pasado a un segundo plano por la injerencia política al darle preeminencia al proceso de identificación ciudadana a pesar de que ésta es una actividad que se deriva de la inscripción, limitando la posibilidad de crear un Registro Civil universal con actualización permanente y acceso a la información derivada de la inscripción de los hechos y actos del estado civil. Como consecuencia de la anterior, tenemos que los presupuestos que se asignan para la realización de la labor registral son insuficientes en materia de insumos, gastos de movilización para actividades de registros móviles, jornadas de capacitación y actualización para el personal, labor de promoción y extensión que favorezca la adquisición de una cultura registral integral por parte de la población y sus instituciones, el envío oportuno de la información registral y de las estadísticas vitales a la oficina central del RNP y del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) respectivamente, la limitada cobertura en aquellos lugares de difícil acceso y distantes de las cabeceras municipales donde están ubicadas las oficinas de Registro Civil lo que eleva el número de subregistros u omisiones especialmente en nacimientos y defunciones, siendo en este último caso el más grave con solamente un 50% de registros efectuados oportunamente.

Estos factores son causa de una importante omisión en las inscripciones oportunas, que en el caso de los nacimientos se estima en 10% aproximadamente (es sólo 10%, revisar el dato??, en el cuadro hay otra cifra!!), afectando el derecho de estas personas, y poniendo en riesgo a lo smenores a la explotación laboral, el tráfico ilegal de personas, explotación sexual de menores, limitación a reclamos judiciales por concepto de derecho a alimentos, fomento de la paternidad irresponsable, para determinar bajo que jurisdicción se le deducirá la responsabilidad penal a un infractor de la Ley.

Los subregistros u omisiones de las defunciones traen como consecuencia que el Estado no puede determinar con certeza la cantidad de personas fallecidas ni las causas reales, limitando la estrategia de salud, educación, fines migratorios, derechos familiares y sucesoriales, el poder acreditar la responsabilidad penal en caso de asesinatos u homicidios. En la actualidad se estima que las omisiones en la inscripción de las defunciones rondan el 50% de las muertes ocurridas por falta de una cultura registral en la población y escasos controles de las autoridades al momento de la inhumación de un cadáver en los cementerios públicos y privados.

En lo relativo al matrimonio y fundamentalmente a la formalización de la Unión de Hecho el mayor problema lo constituye el desconocimiento de esta figura legal por parte de la población que vive en unión libre (mayoría en Honduras), lo que pone en riesgo a la población femenina de ser excluida de los derechos que le corresponden una vez formalizada la unión de hecho, esto por el alto índice de paternidad irresponsable que prevalece en el país.

Con respecto a la vinculación del Registro Civil a nivel institucional con los operadores de justicia: Fiscalía, Poder judicial, Policía Preventiva y de Investigación, Autoridades de Migración, IHNFA, Comisionado Nacional de Derechos Humanos, no ha existido una relación interinstitucional permanente sobre los distintos aspectos que vinculan al registro civil y su labor con las instancias antes mencionadas, por lo que es necesario fortalecer esta relación interinstitucional para dar a conocer los alcances de la labor del RNP desde la perspectiva jurídica, técnica y social.

Con las debilidades que actualmente tiene el Registro Civil hondureño se vuelve difícil superar los obstáculos que se han destacado anteriormente es necesario que exista voluntad política desde las estructuras partidarias que siguen influyendo a través de los órganos competentes (Poder Legislativo) para que fortalezcan la tecnificación y profesionalización del RNP sin ningún tipo de injerencias político sectarias que pongan fin a la instrumentalización sufrida por la institución en el sentido de que esta no es un organismo electoral.
Se deben crear las condiciones operativas que generen confianza a los usuarios de los servicios del Registro Civil e identificación ciudadana a través de la eficiencia, calidad y seguridad de la información y la confidencialidad en los casos que corresponden de acuerdo a la Ley.
Crear las condiciones logísticas que posibiliten la universalización de los servicios y atención a toda la población en cualquier lugar que esta se encuentre.
Es impostergable realizar la labor de promoción y extensión para que el ser y quehacer institucional sea conocido y a su vez apropiado por toda la población hondureña en general a través de una estrategia clara de divulgación, capacitación y orientación de diversas organizaciones e instituciones de la sociedad (universidades, colegios profesionales, secretarias de Estado, centros educativos y de enseñanza primaria, media, organizaciones comunitarias, etc.) generando con ello la adquisición y fomento permanente de una cultura registral integral.

Protección social

Por la falta de cobertura de los servicios del Registro Civil y Cultura Registral tenemos:

Personas o grupos familiares que carecen de identificación personal por no haber realizado las inscripciones de nacimiento de manera oportuna. Lo que a su vez genera situaciones tales como; exclusión de servicios básicos o servicios sociales, derechos sucesoriales, derecho de familia, derecho al reclamo de pensiones por alimentos, situación de vulnerabilidad y riesgo social a los menores que carecen de inscripción.

Por no existir controles de las autoridades municipales, policiales y de los administradores de cementerios privados en cuanto a la exigencia de la constancia o certificación de haberse realizado la inscripción de la defunción antes de realizar la inhumación, tenemos un alto índice de omisiones en las inscripciones de defunción.
Algunas de las consecuencias de las omisiones de defunción; estrategias débiles en lo relativo a la salud pública al desconocerse las causas reales que provocan los decesos a nivel municipal y nacional, limita los derechos sucesoriales y de familia, limita la depuración del censo electoral, limita la información fidedigna de las estadísticas vitales, limita la correcta aplicación de la justicia al requerirse la inscripción de la defunción como medio de prueba en los casos de asesinatos y homicidios.

Vulnerabilidad en los derechos de familia al desconocerse por parte de la mujer la figura legal establecida en el código de familia relativa a la formalización de la Unión de Hecho.
Prioridades de corto plazo en el Registro Civil


1. Realizar las inscripciones oportunamente:

Situación Interna:
El presupuesto institucional limita el suministro de los recursos logístico indispensables en la labor de inscripción.
Falta de promoción por parte de la institución.
Falta de sensibilización y celo laboral por parte de algunos Registradores civiles a nivel municipal.
Priorización de las actividades de identificación ciudadana a partir de un desmesurado interés electoral, desplazando la función fundamental como lo es la labor registral.
La burocratización en la exigencia de pruebas documentales para dar tramite a las solicitudes de inscripciones de reposición por omisión de nacimientos.
La falta de capacitación permanente al personal institucional sustentada en la “falta de recursos presupuestarios” que garanticen esta labor, limitada a la posibilidad de obtención de recursos externos.
En el pasado reciente no ha existido una visión clara que a través de la capacitación continua se consolida un registro civil eficiente y seguro y la aplicación de las leyes y reglamentos respectivos.
Falta de vinculación con la comunidad para la conformación de una alianza y unificación de esfuerzos y recursos.
La falta de una estrategia institucional hacia la comunidad para reducir los subregistros u omisiones de las inscripciones. (campaña de medios de comunicación, registros móviles, capacitación interinstitucional y a las fuerzas vivas de la comunidad y las organizaciones de la sociedad civil).

Situación Externa:
La inestabilidad laboral propiciada por la injerencia política partidista que menoscaba la independencia y autonomía de la institución en la toma de decisiones e influye en el rendimiento y entrega laboral del personal ante el espectro permanente de los despidos.
Es necesario mejorar las condiciones salariales de los empleados del Registro Civil, para ello es urgente incidir en el presupuesto general de la nación e incluir los rubros que no están incorporados.
Impulsar reformas legales de la Ley del RNP que permita a las autoridades aprobar amnistías registrales en todo el territorio nacional o en una geográfica en particular, dependiendo de los indicadores de subregistros establecidos por el Instituto Nacional de Estadísticas.
La limitada cobertura en asistencia materno infantil par la mayoría de la población del país incide en la no inscripción oportuna y la poca confiabilidad en la información relativa a las estadísticas vitales que se deriva de la misma.
El poco interés mostrado por las instituciones del Estado con las cuales existe afinidad por la naturaleza de la información que maneja el Registro Civil lo que crea un vacío y descoordinación en la simplificación de tramites que beneficien a la población.
Cumplimiento del derecho al nombre y a la nacionalidad desde el ámbito jurisdiccional, especialmente en el caso de los niños en situación de riesgo y que se requiere sean declarados legalmente en estado de abandono para ordenar su inscripción en el registro civil, por lo que se requiere un mayor esfuerzo interinstitucional de los Juzgados de la niñez y la adolescencia, Ihnfa, Fiscalía de la niñez.


Estadísticas de población y Registro Civil

La información estadística que se deriva del Registro Civil es de valiosa utilidad tanto para el mismo Registro Nacional de las Personas como para la planificación en general. Por ello, presentamnos algunos antecedentes.
La jurisdicción registral es municipal. El país está dividido en 18 departamentos y 298 municipios, 3,742 aldeas y 25,533 caseríos. En cada municipio hay un Registro Civil Municipal a cargo de un Registrador Civil. Existen también Registradores Civiles Auxiliares, cuya jurisdicción es una fracción del territorio del municipio. Los agentes diplomáticos o consulares tienen jurisdicción en el área que les ha sido asignada.

HONDURAS : NACIMIENTOS Y DEFUNCIONES ESTIMADOS E INSCRITOS SEGÚN AÑO
DE OCURRENCIA Y % DE OMISION, 2001 – 2002



AÑO

Nacimientos
Defunciones
Estimados
Inscritos
Omisión
Estimados
Inscritos
Omisión
2001
213,943
166,396
22,2
34,076
18,018
47,1
2002
216,145
147,036
32,0
34,379
16,754
51,3

CUADRO Nº 02

HONDURAS : NACIMIENTOS Y DEFUNCIONES ESTIMADOS E INSCRITOS SEGÚN AÑO
DE OCURRENCIA Y % DE OMISION, POR DEPARTAMENTOS, 2001








DEPARTAMENTO
NACIMIENTOS
DEFUNCIONES
ESTIMADOS[1]
INSCRITOS[2]
OMISION
ESTIMADOS
INSCRITOS
OMISIÓN
Atlántida
10.269
11.225
-9,3
1.781
971
45,5
Colón
7.885
6.311
20,0
1.327
435
67,2
Comayagua
11.965
11.812
1,3
1.815
891
50,9
Copán
10.850
10.906
-0,5
1.950
761
61,0
Cortés
37.905
30.036
20,8
5.662
3.479
38,6
Choluteca
12.460
13.745
-10,3
2.238
1.031
53,9
El Paraíso
11.742
4.761
59,5
2.048
799
61,0
Francisco Morazán
34.191
24.792
27,5
5.068
4.220
16,7
Gracias a Dios
2.644
87
96,7
329
19
94,2
Intibucá
7.272
443
93,9
1.024
636
37,9
Islas de la Bahía
1.270
89
93,0
149
75
49,7
La Paz
5.858
1.275
78,2
931
518
44,4
Lempira
9.868
9.765
1,0
1.625
727
55,3
Ocotepeque
3.601
3.042
15,5
697
247
64,6
Olancho
14.752
12.993
11,9
2.068
670
67,6
Santa Bárbara
11.255
6.876
38,9
1.947
983
49,5
Valle
4.588
2.611
43,1
852
423
50,4
Yoro
15.568
15.627
-0,4
2.565
1.133
55,8
TOTAL
213,943
166,396
22,2
34,076
18,018
47,1


CUADRO Nº 03

HONDURAS : NACIMIENTOS Y DEFUNCIONES ESTIMADOS E INSCRITOS SEGÚN AÑO
DE OCURRENCIA Y TASA DE OMISION, POR DEPARTAMENTOS, 2002








DEPARTAMENTO
NACIMIENTOS
DEFUNCIONES
ESTIMADOS
INSCRITOS
OMISION
ESTIMADOS
INSCRITOS
OMISIÓN
Atlántida
10.348
9.267
10,4
1.799
965
46,4
Colón
7.979
5.080
36,3
1.328
442
66,7
Comayagua
12.119
9.677
20,2
1.825
927
49,2
Copán
11.420
8.175
28,4
1.953
748
61,7
Cortés
38.455
27.676
28,0
5.757
3.262
43,3
Choluteca
12.500
9.784
21,7
2.252
892
60,4
El Paraíso
11.827
5.617
52,5
2.052
748
63,5
Francisco Morazán
34.330
24.050
29,9
5.201
4.229
18,7
Gracias a Dios
2.683
415
84,5
332
6
98,2
Intibucá
7.381
418
94,3
1.033
500
51,6
Islas de la Bahía
1.276
193
84,9
154
64
58,4
La Paz
5.931
1.466
75,3
932
292
68,7
Lempira
9.957
8.878
10,8
1.597
714
55,3
Ocotepeque
3.633
2.753
24,2
688
220
68,0
Olancho
14.895
12.608
15,4
2.081
578
72,2
Santa Bárbara
11.268
4.612
59,1
1.950
805
58,7
Valle
4.600
3.289
28,5
860
360
58,1
Yoro
15.543
13.078
15,9
2.585
1.002
61,2
TOTAL
216,145
147,036
32,0
34,379
16,754
51,3

1. La población de Honduras, a junio del 2004, se estima en 7 millones 28 mil 389 habitantes, con una estructura de población joven ya que el 75% tiene menos de 30 años. La población rural representa el 54,4% y los principales indicadores demográficos en el país muestran una tasa bruta de natalidad (TBN) de 31,3 nacimientos por cada mil habitantes, una tasa bruta de mortalidad (TBM) de 5,0 muertes por cada mil habitantes y una tasa de mortalidad infantil (TMI) de 30,8 muertes de menores de un año por cada mil nacidos vivos. Para el cálculo de estos indicadores se utiliza información de los censos nacionales de población y vivienda y encuestas especializadas como la Encuesta Nacional de Epidemiología y Salud Familiar (ENESF), y programas o modelos diseñados exclusivamente para el análisis y la construcción de proyecciones de población. No se utilizan las estadísticas vitales, en razón de las tasas de omisión que históricamente se estimaban hasta el año 1998, en 20% en el caso de los nacimientos y en 50% en el caso de las defunciones.
2. En relación a la fecundidad, que es una de las variables más importantes para evaluar la tendencia del crecimiento de la población, la Tasa Global de Fecundidad (TGF) en Honduras es una de las más altas en el contexto latinoamericano. En el periodo 1998-2000 la TGF era de 4.4 hijos por mujer, que representa una reducción de 10,2% en relación a la TGF de 4.9 del periodo 1993-1995; sin embargo, a pesar del descenso sostenido de la TGF, Honduras es uno de los países de más alta fecundidad en latinoamérica, que tiene en promedio una TGF de 2,9 hijos por mujer. “La fecundidad se mide directamente usando índices clásicos cuando se cuenta con registros vitales. Pero cuando no se cuenta con estas estadísticas confiables, como es el caso de la mayoría de los países en desarrollo, la estimación de la fecundidad debe hacerse con información de los censos o encuestas” [3].

3. En los últimos cuarenta años, las tasas de fecundidad en Honduras muestran un descenso gradual, y para el año 2000 se encontraba en la segunda fase de la transición demográfica, que se caracteriza por una alta fecundidad, índices de mortalidad en descenso y un crecimiento acelerado de la población.



Aún cuando las tasas de omisión son muy altas en algunos departamentos y se espera actualizar la información, los departamentos de Atlántida, Copán, Choluteca, Lempira y Yoro no presentan omisión en la inscripción de nacimientos en el año 2001; mientras que en el 2002 todos los departamentos tienen algún nivel de omisión, siendo los departamentos de El Paraíso, Gracias a Dios, Intibucá, Islas de bahía, La Paz, y Santa Bárbara los de mayor tasa de omisión, todos sobre el 50%. En el caso de las defunciones se mantiene el promedio histórico de 50%. En el caso de las inscripciones de muertes de menores, la Encuesta Nacional de Epidemiología y Salud Familiar (ENESF) 2001, señala que “las madres entrevistadas en 1996 reportaron que el 50.8 por ciento de las muertes fue registrado. En 2001, esa cifra baja al 40.5 por ciento, indicando un grave deterioro del sistema de registros. El registro de las muertes para niños se empeoró tanto en el área urbana, cayendo de 60.5 por ciento hasta 53.8 por ciento, como en el área rural, del 46.6 al 34.5 por ciento.” Estos resultados confirman la observación con los datos que presentamos, y que no hay indicios de mejoramiento en las altas tasas de omisión en la inscripción de defunciones.



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